Estoy escribiendo en
el cuaderno que tenía previsto para retomar mi trabajo el lunes. Después de una
semana de locos, de consultas, dudas, atenciones, incertezas,… me había
organizado mi trabajo.
En aras a una mejor
gestión había decidido dividir en diferentes apartados toda la información
acumulada de las diferentes tareas realizadas. No me ha hecho falta, el viernes
por la tarde me comunicaron que pasaba a
ERTE.
Sin embargo mi reunión semanal con los chicos no está en ERTE
ni en cese de actividad.
La preparación de la misma no fue fácil. Solicité a todos su correo para
mandarle una invitación por hangout y que se fueran conectando este domingo a
las seis de la tarde. El éxito fue tan rotundo que unos cuantos se quedaron
fuera porque el sistema no lo permitió.
Algunos chicos y chicas
no habían utilizado este medio y estaban ilusionados y contentos de verse unos a otros.
Hablamos de muchas cosas y después de desahogarse les plantee
que oportunidades les brindaba esta situación nueva. Algunas respuestas fueron
sorprendentes en adolescentes de trece y catorce años: puedo estar más tiempo
con mis padres porque les veo poco habitualmente, puedo jugar con mis hermanos
a juegos de mesa, puedo…
Son buenos tiempos para dedicarle toda una mañana a
cocinar verduras cortadas con
esmero y cuidado.
Son buenos tiempos para establecer un diálogo valiente
con los hijos sobre la vida pero también sobre la muerte, recordando que somos peregrinos y desde esa mirada
vivir la vida intensamente también, en medio de una pandemia.
Son buenos tiempos para abrazar a los hijos y decirles
sonriendo “nos estamos saltando el
contagio social”.
Son buenos tiempos para hacer una tarta de galletas con chocolate y condurarla en
varias veces saboreando ese momento como si no hubiera mañana.
Son buenos tiempos para apagar la televisión y utilizar una película y
convocarnos a todos en medio de una cena frugal justificada por la falta de
actividad sin queja ni lamentos.
Son buenos tiempos para sacar la mesa y las sillas del
salón y hacer una tabla de ejercicios de YouTube que tu hija te ha buscado después de una
selección previa considerándolo apto para toda la familia.
Son buenos tiempos para saludar al vecino de abajo que
ni siquiera le conocías y que cada mañana sale en pijama a fumar el primer
cigarrillo antes de encarar el día.
Son buenos tiempos para limpiar la casa entre todos,
cada uno con su habilidad y
disponibilidad y romper así el sábado para dejar apartadas las tareas
académicas y atosigantes de los profes durante la semana.
Son buenos tiempos para no dejarse llevar solo por el
miedo, el dolor y la tristeza de las imágenes de la televisión y racionar la
información optando por medios más amables como la radio o la prensa digital.
Son buenos tiempos para aplaudir a los ocho puntuales a
los sanitarios, a las fuerzas armadas y a todos los que tratamos de mantenernos
firmes y con esperanza en medio de esta epidemia.
#YoMeQuedoEnCasa