Esto me recuerda a cuando haces un compromiso con un idioma, un deporte, una actividad lúdica pautada que en el momento que la abandonas por las deseadas vacaciones eres incapaz de reanudar.
Retomar la escritura, actividad libre y voluntaria acompaña mi trabajo y tiene por objeto comunicar la experiencia y que otros aprovechen.
Sin embargo, durante esta "vacatio" observareis que he realizado ciertos cambios en la imagen del blog. El dibujo del encabezado es, de nuevo, una caricatura de un dibujante muy recomendable, Jordi Pozo, que retrata el alma de cada uno de mis posts.
Volviendo a la actividad cotidiana, tenemos entre manos la negociación de un convenio provincial, una jornada profesional en noviembre y ...,todo orientado a mantener y sumar asociados.
Poco a poco compartiré con vosotros cómo inventamos para dar un valor a las empresas de esta organización.
@alfredovela, @fatimamartinez, @cristiandv en la Semana de las Redes Sociales en sus ponencias siempre les oigo decir que esto no se puede abandonar ni en vacaciones y otros como Emiliano Pérez insiste en lo importante de organizarse los tiempos de monitoreo en los diferentes perfiles.
Relacionado con la gestión del tiempo y el equilibrio interior recomiendo de forma revolucionaria, practicar la regla de los tres ochos: ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar y ocho horas para conocerse, porque unos minutos de uno mismo son eminentemente rentables en el mercado. Normalmente no se tienen esos minutos y remarco que todo lo que sea formación de uno mismo que ayude a la reflexión y al autoconocimiento en vez del habitual y esforzado activismo algunos autores avisan que jugará siempre a favor.
¿Qué pensáis de la regla de los tres ochos?