Una de las fortalezas de las asociaciones debería ser
organizar formación a medida del
sector que agrupe.
Para ello si la asociación
está integrada en una patronal provincial, existe un departamento de formación, con experiencia para apoyar y orientar en
este sentido.
Además se suele
utilizar la formación, como
reclamo para atraer a nuevos miembros. En este caso era gratuita para
asociados y una cantidad simbólica para los que no y con este motivo se sumaron
2 nuevos que llevaban tiempo pensando en la incorporación pero que esta invitación
les resultó bastante atractiva.
Supervisaba
la sala donde se iba a realizar la jornada de corrección postural y hábitos saludables, por
supuesto, en las instalaciones de la patronal,
porque hay que procurar situar al asociado, siempre que sea posible en esta
casa para que cada vez sea más
consciente que viene a la sede de su asociación.
El osteópata, Rafael Núñez, me dijo que me quedase a la primera
parte, que era la más importante, la de
sensibilización.
La charla comienza diciendo que de nada sirve el
adiestramiento en unos hábitos, si
previamente no se ha realizado un ejercicio de motivación y además concluye que esa es la clave de eficacia en la atención
a sus clientes.
En la motivación incluye argumentos universales: "vosotros
atendéis personas y no podréis hacerlo bien si vosotros no estáis bien".
Preguntaba: "¿pondrías tu coche a la velocidad de un coche de
carreras?"
Silencio…
Silencio…
Tenemos la responsabilidad
de cuidarnos para llegar en las mejores condiciones posibles a la vejez, no
solo por nosotros sino por las personas que están a nuestro alrededor que nos
tendrán que cuidar.
¿Quién no tiene tiempo
de lavarse los dientes a diario?
Este y otros hábitos los tenemos interiorizados y nadie
pondría argumentos de cansancio, falta de tiempo, u otros para no hacerlo.
"Lo más importante de esta sesión es que consigáis
interiorizar algunos cambios", y entre esas propuestas, habló de empezar el día
con una meditación analítica.
Diez minutos al día, en una silla cómoda, con
los ojos cerrados, empieza a concentrarte en tu respiración abdominal y visualiza tu jornada con todos los
imprevistos que va a tener, esa llamada complicada, el proveedor al que tienes que hacer una
reclamación, la venta que tienes que conseguir…y repítete a ti mismo: "acepto
las cosas tal y como son".
El ponente argumentaba a favor de esta técnica relatando en
primera persona que, siendo una persona bastante irritable, la práctica
constante de este arte le ha permitido
bajar bastante sus niveles de estrés.
Otro argumento de peso que nos dio es que el cliente nos
elige no solo por nuestra profesionalidad, sino muchas veces por la atención
exquisita que le damos y esto
también es vital no solo para el primer servicio sino para que repita y así
llegar al objetivo de la fidelización.